Solidarios ante la tragedia. Reseña de "Cuba y la guerra civil española", por Carlos Espinosa

Esta reseña del investigador Carlos Espinosa se ha publicado en la revista CubaEncuentro el 6 de abril de 2018.

Aunque no había visto ninguno de los títulos, conocía la existencia del proyecto HGCE-Hispanoamérica y la guerra civil española. Como precisan sus editores, “consiste en una serie de estudios y una recopilación de documentos sobre el impacto de la guerra civil en los intelectuales de Hispanoamérica. Cada libro ofrece una especie de radiografía del campo intelectual del país en cuestión entre los años 1936 y 1939, en el cual las luchas propiamente «intelectuales» convivían con las vicisitudes de la política interna y con las tensiones internacionales. Los textos recopilados pertenecen a distintos géneros literarios, aunque destacan notoriamente la poesía y las diversas formas de prosa no ficcional”. Y aclaran que, para los propósitos de la colección, el término intelectual lo aplican “a toda persona que participó con la palabra escrita en el debate de ideas sobre la guerra civil”. El proyecto de HGCE lo dirige Niall Binns, poeta británico radicado en España, donde trabaja como profesor de literatura hispanoamericana en la Universidad Complutense de Madrid. Se ha encargado además de preparar los volúmenes dedicados a Ecuador, Argentina y Uruguay. Aparte de estos, también han aparecido los correspondientes a Perú, Chile y Cuba.

Finalmente, puedo hablar de primera mano acerca de ese ambicioso e importante proyecto editorial. Y lo voy a hacer precisamente para comentar el tomo que a los cubanos directamente nos concierne: Cuba y la guerra civil española. La voz de los intelectuales (Colección HGCE, Calambur Editorial, Madrid, 2015, 787 páginas). En este caso, Niall Binns comparte, con Jesús Cano Reyes y Ana Casado Fernández, el crédito como compilador y autor del estudio introductorio. De entrada, quiero apuntar que los tres han realizado una magnífica labor, y todos los elogios que sobre la misma se digan no le harán plena justicia. Qué meticulosa y exhaustiva investigación realizaron. Cuánto rigor y dedicación han puesto en ella.

De todos los seis tomos publicados hasta ahora, este es el más voluminoso. Eso responde, en buena medida, a la especial intensidad con que aquel hecho se vivió en la Isla, algo que es puesto de relieve en la introducción: “De ningún país de América Latina llegaron tantos voluntarios a la guerra civil como de Cuba; en ninguno, quizá, se viviera el conflicto español con tanta pasión, y en ninguno se ha mantenido tan viva la memoria de esa guerra como en Cuba”. Asimismo, los compiladores hacen notar que esa herencia viva se palpa en la extensa bibliografía cubana que existe sobre el tema, y que contrasta con el escaso interés que ha despertado en otros países de América Latina.

La selección de textos, que constituye la espina dorsal del libro, reúne a 152 autores, a los que se suman editoriales de publicaciones como Bohemia, Noticias de Hoy, Mediodía, Información, Diario de la Marina y Carteles. En las cuatro páginas que ocupa el índice, aparecen escritores que a la sazón eran ya figuras consagradas, junto a otros que lo serían después y que entonces se daban a conocer. La mayor parte estaba claramente a favor de la República. Pero no faltan ejemplos de aquellos que apoyaron a los nacionalistas. En ese sentido, hay que recordar que en esos años existía en Cuba una numerosa colonia española. De acuerdo al censo de 1931, representaba en 31,8 % de la población del país. Los compiladores hacen notar que, a partir de la dictadura de Primo de Rivera y la guerra colonial de los años 20, esa comunidad “empezó a dividirse, al igual que en la propia España, entre monárquicos y republicanos”. Ese antagonismo ideológico se palpaba con una virulencia cada vez mayor en las publicaciones y las organizaciones que surgieron en la Isla entre 1929 y 1936, y que eran un reflejo de la contingencia política peninsular.
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(para seguir leyendo, véase "Solidarios ante la tragedia")

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