Reseña de "Cuba y la guerra civil española. La voz de los intelectuales", por Paloma Jiménez del Campo
Esta reseña de Paloma Jiménez del Campo ha sido publicada recientemente en la revista Tintas. Quaderni di letterature iberiche e iberoamericane (nº 6, 2016).
[...] El caso cubano es especialmente notorio,
ya que de ningún país de América Latina
llegaron tantos voluntarios a la guerra
civil como de Cuba; y en ninguno, quizás,
se viviera el conflicto español con tanta
pasión. El libro estudia la repercusión de
la guerra en más de ciento cincuenta cubanos
e hispano-cubanos (no olvidemos que
la mayoría de la colonia española se quedó
en la Isla después de 1898 y que, además, la
inmigración española creció notablemente
durante las primeras décadas del siglo
XX) que dejaron escritos sobre la contienda.
Se ofrece ahí el testimonio (cartas y artículos
de la época, textos memorialísticos
posteriores) de algunos de los más de mil
voluntarios que combatieron en España,
mayoritariamente en el Ejército Popular
(no sólo en las Brigadas Internacionales).
Pablo de la Torriente Brau, Policarpo Candón
y Juan Breá son los más conocidos y se
convirtieron en personajes emblemáticos,
pero junto a los cubanos que lucharon en
el campo de batalla llegó a España también
un contingente de intelectuales que
pusieron su palabra y su relato al servicio
de la causa de uno u otro bando. El libro
reproduce impecablemente crónicas no
solo de Nicolás Guillén, Juan Marinello y Alejo Carpentier (que asistieron al II Congreso
Internacional de Escritores para la
Defensa de la Cultura celebrado en Valencia,
Madrid y Barcelona en julio de 1937),
sino de otros muchos, entre los que cabe
destacar al narrador Carlos Montenegro, que escribió para la revista Mediodía (órgano
del Partido Comunista Cubano), a
José Sánchez Arcilla, corresponsal en la
zona nacional del conservador Diario de la
Marina, y a Lino Novás Calvo, que residía
en España desde 1931 y vivió la guerra entregado
a la lucha de la República desarrollando
una colosal producción periodística
de varios centenares de trabajos para la
prensa española, europea y americana.
Llama la atención que el estremecimiento
emocional e ideológico fuera
igualmente intenso en escritores que permanecieron
en la Isla durante los años de
la guerra. En los periódicos y revistas cubanos
se publicaron artículos, ensayos de
opinión, poemas y narraciones de periodistas
e intelectuales que respondían con
fervor (a favor o en contra del fascismo,
del comunismo) a las noticias que llegaban
desde la Península y que mostraban
el impacto devastador que causaron las
imágenes de los bombardeos y de los niños
muertos. Era tiempo de llorar...
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