El dramaturgo cubano Amado del Pino, en su columna habitual de Cuba Contemporánea titulada "El alma en la maleta", ha publicado este bello texto sobre el libro Cuba y la guerra civil española. La voz de los intelectuales.
Amado del Pino |
“De ningún país de América Latina llegaron tantos voluntarios a la guerra civil como de Cuba; quizá en ninguno se viviera el conflicto español con tanta pasión, y en ninguno se ha mantenido tan viva la memoria de esa guerra como en Cuba”.
Las palabras anteriores -tomadas de la contraportada del robusto y hermoso libro editado por Calambur que me ocupa este jueves- justificarían la importancia de Cuba y la guerra civil española. La voz de los intelectuales.
Niall Binns es un sabio británico que escribe poemas en español y ha logrado un lugar relevante -sin perder su sonrisa de persona jovial- en lugares tan esenciales como la Universidad Complutense de Madrid, los círculos más serios de estudios sobre la contienda que tantas cosas definió e iluminó en la historia del siglo XX, o el análisis y la promoción de toda una zona de la poesía hispanoamericana.
Los otros dos autores (Ana Casado y Jesús Cano) andan doblando ahora la curva de la treintena, culminando sus tesis de doctorado, organizando enjundiosos eventos con otros jóvenes investigadores europeos y latinoamericanos.
Debo confesar que agradezco mucho que Jesús y Ana dediquen, de vez en cuando, un par de horas de su vida para tomar café con este cincuentón cubano que no sale demasiado de casa y al que recuerdan una función teatral repleta vista en La Habana y también el día en que este tema de los apasionantes años 30 del siglo pasado nos juntó en el muy madrileño barrio de Vallecas. Entonces hablamos de Pablo de la Torriente Brau, su gran amor Teté Casuso -una figura olvidada durante décadas en Cuba- y otros nombres, anécdotas, sucesos que ahora veo amplia y brillantemente reflejados en un libro con vocación de suma y antología.
Cuba y la guerra civil… asume un listado exhaustivo y variopinto de escritores, políticos, periodistas que -a diversas distancias y desde disímiles posiciones-, se sumaron a la causa del pueblo español en aquella contienda que no ha dejado de influir en el pensamiento y la reconstrucción actualizada de la memoria durante las décadas que constituyen nuestra educación sentimental.
Cada uno de los intelectuales del generoso recuento está seguido con lujo de detalles en cuanto a su biografía. Se enfatiza, como es natural, en el período de la guerra civil, pero también nos quedamos con la síntesis de la trayectoria posterior.
Y me complace especialmente que los autores se gasten el mismo cuidado en nombres relevantes como Nicolás Guillén, Carlos Montenegro y Alejo Carpentier que en ofrecernos matices y precisiones sobre otras figuras también interesantes pero amenazadas por el clásico polvo del olvido.
Tanto en las encantadoras presentaciones de los intelectuales como en la edición de los textos de cada una de ellos, el tratamiento de las fuentes originales y otras formas de investigación bibliográfica revelan solidez, paciencia y sabiduría.
También se agradece la combinación del sobrio pero sostenido ejercicio de la opinión de los autores con el preciso reconocimiento del legado de otros estudiosos. Varias veces se cita a un gran investigador y ensayista sobre el tema de la relación literaria e histórica entre Cuba y España. Me
Jorge Domingo Cuadriello |
Cuba y la guerra civil española. La voz de los intelectuales es de esos libros en que se juntan -con tanta eficacia como rigor- la academia y el pulso vital, la minuciosa indagación en el pasado y la utilidad para los debates de hoy.
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