Yovany Salazar Estrada, presentación en Loja del libro "Ecuador y la guerra civil española. La voz de los intelectuales"

El 14 de octubre de 2013, en la Casa de la Cultura Benjamín Carrión de Loja, Ecuador, los escritores Félix Paladines (director de la Casa), Stalin Alvear y Yovany Salazar Estrada presentaron el primer libro de la colección "Hispanoamérica y la guerra civil española", publicada por Calambur: Ecuador y la guerra civil española. La voz de los intelectuales. Se reproduce, a continuación, el texto leído ese día por Yovany Salazar, profesor de literatura de la Universidad Nacional de Loja.

La Hora, Loja, 20 de octubre de 2013

Entre los intelectuales del Ecuador, como en toda Hispanoamérica, la Guerra Civil Española, que desangró a la nación ibérica entre julio de 1936 y abril de 1939, generó una apasionada reacción. España se convirtió en un motivo recurrente, en el que convergieron una cantidad de hombres y mujeres de letras, que escribieron y publicaron poemas, narraciones, obras dramáticas, testimonios, crónicas, ensayos, editoriales y artículos de opinión, panfletos y más formas de expresión de adhesión o rechazo a los sectores políticos españoles en disputa.
Del lado de los promonárquicos, autodenominados “nacionalistas”, que se alzaron en armas en contra del gobierno republicano, democráticamente elegido por el pueblo español, que contaron con el apoyo del nazismo alemándirigido por Adolfo Hitler, el fascismo Italiano de Benito Mussolini y las tropas mercenarias contratadas en el África y que erigieron como Jefe Supremo al General Francisco Franco Bahamonde, quien gobernó España, con mano de hierro durante treinta y nueve años, en el Ecuador se alineó determinados prelados de la cúpula de la iglesia católica, los terratenientes conservadores, una fracción burguesa de la colonia española residente en Guayaquil y unos pocos aristócratas partidarios de la Monarquía borbónica española.
En favor de los republicanos, en cambio, se pronunciaron los militantes, amigos y simpatizantes de las ideologías liberal, anarquista, socialista y comunista. Para este mayoritario y muy representativo sector de la intelectualidad ecuatoriana, la expresión de adhesión a la República Española no sólo se evidenció mediante escritos y otras formas de expresión del intelecto, sino también a través de la manifestación pública, el mitin callejero, el grito ensordecedor de ¡Viva la República Española!, tal como lo testifican los actos de adhesión pública del 21 de agosto de 1936 o la del histórico 6 de febrero de 1938, en la que varios intelectuales ecuatorianos, desde la ciudad de Quito, hicieron escuchar su voz, en defensa de la España leal.
Y ya en el campo literario, las antologías: Nuestra España. Homenaje de los poetas e intelectuales ecuatorianos (1938) y Por la España leal (1938), o las obras individuales: ¡Madrid! Reportaje novelado de una retaguardia heroica (1936), España leal (1938) y La revolución española a través de dos estampas de Antonio Eden (1938) de Demetrio Aguilera-Malta, ¡Aquí España nuestra! Tres poemas en esperanza y amargura (1938) de Alejandro Carrión Aguirre, sólo constituyen una muestra que confirma la centralidad que ocupó el problema de la Guerra Civil Española en la literatura ecuatoriana.
Consecuentemente, son múltiples los intelectuales ecuatorianos de izquierda que, integrados a variadas agrupaciones, como era común que aconteciera en aquella época, hicieron escuchar su voz en torno a la feroz lucha armada que se libraba en España, puesto que en palabras de Benjamín Carrión: “todos los intelectuales de valor, los que, en realidad, algo han hecho por la cultura, sin excepción válida, sin transfugio penoso, se han puesto, sin vacilaciones, junto a la causa de la república española”.
Desde Guayaquil, por ejemplo,el autor de la obra que hoy se hace pública presenta la trayectoria intelectual, analiza los escritos inspirados en la Guerra Civil Española y presenta fragmento de autores de la talla de Pablo Hannibal Vela, Aurora Estrada Ayala, Abel Romeo Castillo, Leopoldo Benites Vinueza, Demetrio Aguilera-Malta, Joaquín Gallegos Lara, Enrique Gil Gilbert y Alfredo Pareja Diezcanseco. En este selecto grupo también se incorporan autores mucho más jóvenes como Pedro Jorge Vera y, entre ellos, los afro descendientes, nativos de Esmeraldas: Adalberto Ortiz y Nelson Estupiñan Bass.
De Quito se presenta, asimismo, la producción intelectual, en torno al conflicto español, de Raúl Andrade, Enrique Garcés, Jorge Reyes, José Alfredo Llerena, Hugo Alemán, Jaime Barrera, Augusto Sacoto Arias, Jorge Carrera Andrade, Gonzalo Escudero, Ignacio Lasso, Atanasio Viteri y Jorge Icaza.
De Cuenca, los autores que constan en el texto son: Arturo Montesinos Malo, Saúl T. Mora, César Andrade y Cordero, y Gonzalo Humberto Mata.
Desde “El último rincón del mundo”, Loja, residiendo aquí o en otras ciudades del país, los autores incorporados en la obra de nuestro ilustre visitante son: Benjamín Carrión Mora, Manuel Agustín Aguirre Ríos, Pablo Palacio, Ángel Felicísimo Rojas, Alejandro Carrión y Gustavo Serrano Masache, quienes, también, hicieron escuchar su voz en torno a los acontecimientos de España y sus principales protagonistas.
En este sector de intelectuales ecuatorianos pusieron especial atención en el conflicto español, porque veían en la Guerra Civil Española una lucha entre la civilización y el oscurantismo medieval, una disputa entre el clericalismo y la sociedad secular, cuyo resultado final tendría repercusiones no solo para el futuro de España, sino también a nivel internacional y, obviamente, en la política interna del Ecuador. Por ello, desde esta orilla del pensamiento ecuatoriano: “la alegría es incontenible cuando hay victoria de las armas republicanas, y de tristeza inmensa, cuando viene la derrota”.
A ninguno de los intelectuales progresistas del Ecuador le cupo la menor duda de que, en este conflicto: “o se está con la España leal, o se está con los traidores fascistas y la invasión extranjera”; puesto que: “de allí saldrá la nueva España, la nueva humanidad”; porque “no es solo la suerte de España la que se juega ahora. Es la suerte de la humanidad: un mundo viejo pelea contra un mundo nuevo”; para los ecuatorianos, “su guerra en defensa de los derechos del hombre es nuestra guerra, guerra en defensa de la libertad del mundo entero”; de allí que: “esta gesta histórica del pueblo español es una gesta internacional. Del triunfo de la reacción fascista en España depende el triunfo del fascismo en el mundo, del triunfo de la democracia en España depende el triunfo de la democracia en el mundo”; es que “en el fondo de la tragedia española se diseña una confusa perspectiva: de liberación y esperanza para la humanidad, con el triunfo de España leal; de opresión y oscurantismo, si las armas leales llegan a ser dominadas”; motivo por el cual, la heroica resistencia de los republicanos se convierte en un “ejemplo de coraje y de dignidad, de culto al espíritu y de voluntad de vivir”.
Y entre uno de los protagonistas inolvidables de la gesta heroica de la España republicana está Dolores Ibárruri, La Pasionaria, “corazón de madre y voz de siglo”, cuya frase de valor perenne en la resistencia de Madrid, “No pasarán”, hace llorar a los soldados de todos los frentes.
¡Gracias!

Comentarios