Ha muerto Dardo Cúneo (II)

Dardo Cúneo llegó, en agosto de 1936, a una España republicana donde estaba naciendo con entusiasmo un nuevo romancero, capitaneado desde El Mono Azul por Rafael Alberti. Cúneo también escribió el suyo, en noviembre de 1936, un “Romance de los tripulantes del ‘Cabo Santo Tomé’”:

I.

Romance de tripulantes
(ciento veinte son a bordo)
Gustavo Noriega, el uno,
Jesús González, el otro.
Bilbaíno Víctor Pazos,
como su pulso el de todos:
de Málaga, es Luis Cascella
y de Cádiz José Pozos.
Claror de luna marina
se ha evadido a sus ojos.
Se viste de sol y espuma
la imagen del hombre solo.
Altitud de cielo tienen;
y voz de puertos a bordo
afirma “La Joven Guardia”
sobre los vientos del trópico.

II.

La nave rumbo hacia España
y hacia la nave el asombro
de España, varón y hembra,
fusil, viento, canto y plomo
(Gustavo Noriega sabe
e ilumina los enojos.
–Con vibraciones de muerte
llevan a España los moros).
Estrella de cinco puntas
y cielo de acentos rojos
sobre la nave proyectan
clamor de espacios y asombros.
(Gustavo Noriega sabe
y se han abierto los rostros.
–Pueblo que es pueblo, en España,
bate a fascistas y moros).
Trae la noche limpia
la sublevación a bordo
con voces de “Joven Guardia”
que unen hombros con hombros.
Motín de puños en alto.
Grita el viento su alborozo
y en el mar se clava un viva
que cien hombres dan a coro.
(Gustavo Noriega, ahora,
capitán de los de a bordo).

III.

La nave rumbo hacia España
con cielo de acentos rojos,
con voces de “Joven Guardia”,
fusil, viento, canto y plomo.

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